Cuando leí la noticia en varios medios de difusión nacional —no recuerdo cuáles, pero me imagino de qué tendencia son— de que Abascal pretendía expulsar a más de ocho millones de extranjeros, me dije: ¡Este hombre está cada día más loco! ¡Como para que fuera presidente!
Hoy me encuentro con esta noticia:
“Abascal aclara ante la malinterpretación de la izquierda mediática, que Vox no quiere expulsar a millones de inmigrantes”
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha salido al paso de la polémica generada por unas recientes declaraciones de su partido sobre inmigración. En respuesta a interpretaciones de medios críticos que afirmaban que Vox pretende deportar a ocho millones de inmigrantes, Abascal ha matizado que su formación solo propone expulsar a quienes hayan venido a delinquir, a imponer su religión, a vivir del esfuerzo ajeno, a maltratar a mujeres o a menores no acompañados, quienes deben ser devueltos con sus padres.
Según Abascal, Vox no ha proporcionado una cifra concreta de inmigrantes que serían deportados, y recalca que solo al llegar al Gobierno podrían determinar cuántos incumplen esos criterios. Subrayó que esa medida también beneficiaría a los inmigrantes legales que respetan las normas y se han integrado.
La controversia estalló tras unas declaraciones de la diputada Rocío de Meer, quien advirtió que cerca de ocho millones de personas de origen extranjero viven en España, muchas de ellas llegadas en un corto periodo de tiempo, dificultando —según ella— su integración y generando problemas de inseguridad. De Meer propuso procesos de “remigración” para quienes no se han adaptado a las costumbres españolas.
Este discurso fue reforzado por otros portavoces de Vox, como Samuel Vázquez y José Antonio Fúster, que vincularon directamente el aumento de delitos violentos con la inmigración ilegal y criticaron las políticas migratorias del bipartidismo (PP y PSOE). Pusieron como ejemplo recientes crímenes cometidos por inmigrantes ilegales y denunciaron el desbordamiento de centros como el de Alcalá de Henares, que alberga a 1.800 personas pese a estar diseñado para 300.
Vázquez esbozó tres condiciones para residir en España: entrada legal, cumplimiento de las leyes e integración en la cultura del país. Señaló que, dado el volumen y características de la inmigración reciente, solo existen dos alternativas: una “mala”, que sería seguir el modelo francés, o una “menos mala”, basada en repatriaciones masivas.
De Meer añadió que, según proyecciones demográficas, en 2044 podría haber más población de origen extranjero que española, y reclamó el derecho a preservar la identidad cultural y demográfica del país. Anunció, además, que Vox celebrará en noviembre una nueva edición del foro Frontera Sur para abordar el fenómeno migratorio desde una perspectiva crítica.
Según estas aclaraciones por diversos integrantes del partido Vox de Abascal, la cuestión ha sido una interpretación —como siempre, sesgada— de quienes promueven eso del “cordón sanitario”, de quienes dicen: “no gobierne la derecha”, “no queremos gobiernos como los de Milei, Meloni, Orbán, Macron, Trump… queremos gobiernos con gente como Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Putin, Maduro, Lula da Silva, gobiernos progresistas”.
Fuente: ABC – Natalia Cristóbal, 07/07/2025

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