sábado, 2 de agosto de 2025

AUTARQUÍA.SOLAMENTE DE FRANCO?

 

Imagen alusiva a la autarquía

Las sanciones que matan de hambre son guerras con otro uniforme

La autarquía se presenta como un modelo de autosuficiencia nacional, pero en la práctica ningún régimen que la adopta sobrevive aislado de manera absoluta. El patrón común combina autoritarismo, aislamiento internacional y control económico interno, con un cuarto elemento clave: la tolerancia o apoyo de potencias ideológicamente afines que suavizan la crítica y proporcionan recursos estratégicos.

Tras la Guerra Civil, el régimen de Franco adoptó la autarquía como única salida ante el aislamiento internacional. La economía española quedó cerrada al exterior, con racionamiento, mercado negro y atraso industrial. Esta estrategia, además de responder a una convicción ideológica nacionalista, fue consecuencia de la exclusión de España del Plan Marshall y de las sanciones diplomáticas.

 España fue excluida del Plan Marshall y sufrió sanciones diplomáticas. Franco buscó apoyos en Argentina, comercio con Portugal y, más tarde, el pacto con Estados Unidos en 1953, cuando la Guerra Fría convirtió a España en un aliado útil frente al comunismo. La autarquía fue, en realidad, un período transitorio sostenido por relaciones discretas hasta que llegó el reconocimiento internacional.

Este patrón se repite en otros contextos. Cuba, tras el embargo estadounidense, proclamó la autosuficiencia agrícola y el control total de la economía, pero dependió de los subsidios soviéticos durante tres décadas. Con el colapso de la URSS, entró en el “Período Especial” de hambre y carencias, hasta recibir apoyo de Venezuela e inversiones externas. Corea del Norte, con el ideario “Juche”, predica autosuficiencia pero sobrevive gracias a la ayuda de China, que le suministra energía y alimentos para evitar un colapso que afecte su frontera.

En Venezuela, Hugo Chávez no apostó por la autarquía clásica, sino por un modelo rentista nacionalista. Sin embargo, las sanciones internacionales bajo Maduro cerraron la economía y controlaron importaciones, con dependencia del petróleo y apoyo de Rusia, China e Irán. Incluso Rusia, tras las sanciones por Ucrania, impulsa una “autarquía parcial” sustituyendo importaciones y controlando divisas, aunque mantiene comercio con Asia.

El elemento común es evidente: ninguna autarquía es completamente autónoma. Todas dependen de redes ideológicas o pragmáticas que, por afinidad política o interés estratégico, les ofrecen respaldo. Las potencias afines minimizan las críticas, utilizan la relación para fines propagandísticos y obtienen beneficios económicos o geopolíticos.

En definitiva, el mito de la autosuficiencia absoluta encubre una realidad: la supervivencia de estos regímenes no depende solo del control interno, sino de la complicidad externa que, bajo bandera ideológica, legitima y prolonga su existencia.

Etiquetas: autarquía, historia contemporánea, economía política, Franco, Guerra Fría, Cuba, Corea del Norte, Venezuela, Rusia, sanciones internacionales

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