Si existe una rendija por donde colarse, la corrupción no solo entrará, se instalará con despacho propio.
Análisis del informe de Transparencia Internacional 2024
Según el informe publicado por Transparencia Internacional, en 2024 España ha alcanzado su peor puntuación histórica en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), obteniendo 60 puntos sobre 100, lo que la sitúa en el puesto 38 del ranking global.
Lo más sorprendente es la falta de cobertura mediática que ha tenido este informe. En otro momento, este dato hubiera ocupado las portadas de los principales periódicos nacionales. Sin embargo, ahora parece no interesar demasiado, a pesar de que evidencia una degradación democrática profunda.
La corrupción en España ha dejado de ser una práctica aislada para convertirse en una forma estructural de gobernar. Casos como el del Tito Berni, el escándalo de Begoña Gómez, el uso partidista del CIS por parte de Tezanos, el caso Koldo, los contratos inflados en pandemia, o el caso Ábalos, muestran un patrón reiterado de impunidad y descontrol institucional.
La coalición gobernante ha interiorizado la corrupción como un coste asumible del poder. Lo preocupante no es solo la comisión de irregularidades, sino la reacción institucional: el bloqueo de investigaciones, el uso del aparato del Estado para proteger a los implicados y el linchamiento mediático a los denunciantes.
El pacto con partidos como Junts o ERC, que han tenido miembros condenados por corrupción, tampoco ayuda a mejorar la imagen del país en este sentido. Más bien al contrario: proyecta una sensación de que todo vale con tal de mantenerse en el poder.
El caso de Ábalos es paradigmático. Un exministro relacionado con tramas oscuras y, sin embargo, arropado por sectores del propio partido. La reacción del Gobierno ha sido lenta, calculada y, sobre todo, protectora. No se trata de depurar responsabilidades, sino de gestionar daños de imagen.
España no solo pierde posiciones en los índices internacionales, sino que está perdiendo algo más importante: la confianza ciudadana en que el sistema puede regenerarse.
Consulta el informe completo en Transparencia Internacional.

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