martes, 1 de julio de 2025

EL APESTADO

José Luis Ábalos reflexión política

 

“Un hipócrita es un paciente en el doble sentido de la palabra: calcula el triunfo y sufre un suplicio.”
– Benjamin Jarnés


Esto era en febrero de 2024. 



Ábalos: entre la victimización y la estrategia

El caso de José Luis Ábalos, exministro del PSOE, sigue sumando capas. Aunque muchos lo ven como un político “apestado”, apartado por el escándalo de las mascarillas, la realidad es más ambigua. Tal como expone el artículo de El Mundo, Ábalos no está fuera del juego. De hecho, lo juega con astucia.

Una posibilidad mencionada en el texto es su futura amnistía. Puede parecer improbable, pero conociendo los mecanismos de protección política y las narrativas que se construyen desde el poder, no es descabellado.

Ábalos se define como víctima. Alega que su colaborador fue quien gestionó las comisiones, que su intención fue salvar vidas, y que la tormenta mediática lo ha convertido injustamente en culpable sin pruebas. Su defensa no es jurídica, sino emocional: el relato de un hombre traicionado, incomprendido y linchado por los medios.

Pero no deja su escaño. Y no por convicción, sino por necesidad. Su carrera ha transcurrido enteramente en la política. No tiene experiencia profesional fuera de ese entorno. Salir ahora implicaría perder su salario y su aforamiento, clave mientras la justicia investiga.

A día de hoy, percibe más de 5.100 euros mensuales. Cuando termine la legislatura, tendrá derecho a dos años de subsidio con 3.400 euros mensuales. Esa protección económica le asegura estabilidad hasta la jubilación. En ese tiempo, el proceso judicial puede diluirse o extenderse lo suficiente como para que el coste político baje.

El artículo lo deja claro: dimitir sería una torpeza estratégica. Ábalos no es tonto. Es un superviviente político que se presenta como víctima, pero no renuncia a ningún privilegio. Es lo que algunos definen como un “listonto”: no especialmente brillante, pero sí lo bastante listo para no soltar el poder sin garantías.

El horizonte judicial sigue abierto, pero su resistencia confirma algo: en política, la apariencia de caída puede ser solo parte del guion. El verdadero juego se libra en silencio, entre votos, aforamientos y plazos judiciales.

Caso Ábalos y el Congreso

Fuente: El Mundo – Opinión, 28 de febrero de 2024

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